Han pasado casi dos años desde que, en septiembre de 2008
recibimos el correo electrónico de un sacerdote teatino de Argentina
contándonos el caso de LAURA...
Laura es una niña pequeña que vive con su familia
en una barriada del conurbano boanerense,
más precisamente en el Barrio Santa Rosa, en Boulogne Sur Mer.
Hace dos años, tuvo un accidente muy grave:
una caída desde un tobogán que le produjo
un cuadro de incosciencia, edema cerebral y demás complicaciones
que la situaron al borde de la muerte.
Cuenta el P. Ricardo Solá, C.R.
que cuando le llamaron de urgencia no pudo ver a la niña
porque la estaban interviniendo.
En ese momento tuvo la corazonada de encomendarse
a Madre Úrsula
y, junto a los familiares de Laura, allí presentes
rezó la oración que aparece en los calendarios.
Y...
¿ cómo termina esta historia?
Pues, gracias a Dios, de la mejor manera:
Nos cuentan que Laura está completamente recuperada
y que, el coágulo que en las primeras pruebas
aparecía presionando el cerebro
desapareció, providencialmente
en el mismo instante de la intervención.
Claro que, una vez más, nos encontramos con una situación
que tiene múltiples interpretaciones.
Para sus padres, familiares
y para el teatino que nos transmitió la noticia,
se trató de una intervención milagrosa,
de una gracia concedida por intercesión de MADRE ÚRSULA
y a ella estarán eternamente agradecidos...
Para la ciencia, es otro caso más de mejoría inesperada...
Queda a vuestro criterio creer o no en los milagros cotidianos...
Nuestra labor consiste, sencillamente, en divulgar
las maravillas que Dios sigue obrando, a través de sus santos
en aquellas situaciones de dolor y desconsuelo.
A Madre Úrsula encomendamos todos nuestros sufrimientos y esperanzas.
Que ella interceda ante el Señor por nosotros...
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