" El Señor os quiere siervas suyas
con una donación total..."
( M. Úrsula )
Queridas hermanas:
Con gran alegría hemos celebrado en nuestra Comunidad de Pinto (Madrid) la II Renovación de votos de nuestra hermana Julia. El pasado día 27 de diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia, tuvimos la suerte de poder celebrar en nuestra casa una entrañable Eucaristía, en la cual Julia expresó su deseo de renovar por un año más su deseo de consagrarse al Señor.
Así comenzó la celebración:
(...) Nosotras somos familia de Dios. Una familia nacida del Espíritu y de la fidelidad de una mujer, Úrsula, empeñada en que los lazos que más fuertemente nos unieran fueran, por encima de todo, los del amor.
Y es en esta familia donde Julia va experimentando, paso a paso, que es posible la fraternidad, que es posible vivir el mandamiento del amor mutuo, y por tanto, la comunión trinitaria. Y es por ello que hoy se dispone a renovar su consagración al Señor apoyada en la fuerza renovadora y liberadora de la comunión.
Al final de la Eucaristía, Julia expresó esta acción de gracias :
Como Jesús, mis padres un día me llevaron al templo para que yo formara parte de la gran familia de Dios. Fue un momento especial, aunque yo no tengo conciencia de ello. Un tiempo más tarde, por obra del Espíritu Santo, fui yo quien me acerqué al templo para confirmar lo que habían hecho mis padres. Sin pensarlo, ese mismo día empecé un camino de búsqueda del Señor, un camino que me llevaría mucho más lejos de lo que yo hubiera imaginado en ese momento.
En este camino de búsqueda de Dios me he encontrado con muchas personas que han acrecentado mi fe, también cada una de ellas me han enseñado diferentes características de Jesús, diferentes formas de verlo, de sentirlo, de reconocerlo entre tanta gente, porque ellas hicieron crecer mi amor por ti.
Por eso hoy aquí Señor te doy gracias por cada una de esas personas que pusiste en mi camino:
- por esas personas que estuvieron y están afirmando este camino.
-por las que estuvieron y están animándome en la búsqueda.
-por aquellas que en el silencio han sabido aceptar mi decisión y no han puesto barreras en mi vida.
-por aquellas personas que se han alegrado conmigo.
-por todas aquellas personas con quienes he compartido aunque sea un minuto de mi vida, porque también a través de ellas me ha sabido hablar Dios.
Gracias por haberme mirado, por haberme llamado, porque creíste que podía ser algo más que una simple arcilla entre tus manos.
Desde nuestra Comunidad de Pinto, y especialmente desde el corazón de Julia, damos gracias a Dios por vuestras oraciones.
Un abrazo a todos y cada uno.